Dicen que Dios los crea y ellos se juntan. Y debe ser cierto, porque Vantguard no es el tipo de compañía
En la que cualquier perfil se encontraría cómodo.
Aquí lo cuestionamos todo continuamente, abordando los proyectos con horizontalidad, pero sin permitir que dicha estructura ralentice nuestra capacidad de reacción y puesta en marcha de nuevos retos.
Las decisiones importantes se toman siempre en equipo, usando el “somos” y no el “soy” como estandarte, tanto en los éxitos como en los fracasos.
Si tuviéramos que definir un perfil apto para trabajar en este sueño compartido, diríamos que siempre buscamos personas soñadoras, humildes, retadoras, con la suficiente determinación y convicción como para exponer sus argumentos e ideas delante de un equipo que cuestionará absolutamente todo; hasta lo incuestionable. Porque dicha actitud de evaluación constante, es la que nos permite seguir evolucionando y desafiando todo lo establecido, con el objetivo de crear marcas con alma y personalidad propia, que ofrezcan nuevos puntos de vista y experiencias memorables que no dejen a nadie indiferente.